19 de marzo 2017- Cochabamba- Bolivia
Andábamos un poco abatidas, preocupadas, afectadas por las diversas situaciones del mundo, de la sociedad, de la vida religiosa, de las comunidades, de cada una de nosotras, y vino hermana Noelia con su frescura, su ilusión, su corazón y su mente llenos de sueños, de sonrisas, de abrazos, a sacarnos de ese aire a veces pintado o aunque sea apenas espolvoreado de pesimismo. Nos sacó, de allí y nos remontó rápidamente, a cada una de nosotras a nuestro compromiso con el Sí, del primer amor.
Nos llevó con su apellido religioso “de Jesús abandonado en la Divina Providencia”, a pensar con la piel erizada y los ojos llenos de lágrimas, quiénes somos, y en las manos de Quién estamos. Nos impulsó con su sonrisa siempre abierta a seguir soñando, aún en un mundo lleno de dudas e incertezas. Hemos vivido, en la sencillez de una celebración muy familiar, la renovación de nuestro ser Hermana de la Providencia. Cuando Noelia ha hecho votos por un año, de pobreza, castidad y obediencia, cada una en su corazón, lo volvió a renovar, porque el clima invitaba a hacerlo.
Allí estaban sus padres, felices y conmovidos por haber regalado, lo mejor que tienen, su hija, para el Señor.
Una celebración Eucarística, en la que se sonaba en el aire “Yo soy el que te habla contigo”, de la Samaritana, en la que el celebrante le dijo con mucha claridad e insistencia: “Si no abrazas y amas tu historia, no podrás realizarte, sólo serás feliz, si la abrazas, y desde allí, podrás ir lejos…” y muchas otras palabras que nos llenaron el espíritu.
Luego de la celebración, siempre en un clima íntimo y familiar, compartimos el almuerzo, y presenciamos algunos ritos típicos de quien contrae matrimonio, que enriquecen nuestras culturas.
La comunidad toda, aumentada por hermanas de todas las comunidades de la Provincia, celebró con gran gozo, el esponsalicio de Noelia. Y estamos todas felices por su consagración, y nos comprometemos a rezar por ella, y a luchar y trabajar cada día, para que nuestras vidas se vuelvan verdaderos testimonio de paz, serenidad y alegría aún en medio de las dificultades, porque esa es la vida, porque queremos que ella se sostenga en nosotras, y juntas caminemos, porque queremos que otras jóvenes deseen entregarse a Jesús.
Hermanas Provincia San Luis Scrosoppi
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